Un piso sueco muy femenino

Antes de presentaros la bonita casa de esta semana, dejadme que me disculpe por la ausencia de post de la semana pasada. La participación en el Singulares Inventory Room, me dejó agotada y sin tiempo para nada.

Dicho esto, el apartamento de esta semana me encanta. Una coqueta vivienda sueca de sólo 60 m2, como siempre muy bien distribuidos. Está en una casa cuya construcción data de los años 50 y que disfruta de los consabidos elementos y zonas comunes.

Si os fijáis bien es una de esas casa sin nada especial (bueno, tiene mucha luz natural y eso es genial) que vistiéndola adecuadamente y sin demasiado gasto, se pueden convertir en una casa de revista. Láminas en las paredes, plantas, textiles,...con poco se consigue mucho.

De planta abierta, un tabique separa la entrada de la sala de estar. El pavimento es de baldosas, para dejar la suciedad y humedad fuera del suelo de madera de roble. Aquí tenemos un armario con mucha capacidad y, justo enfrente podemos un cuarto que hace las veces de vestidor. Véis las manos de madera de Hay sobre el mueble?

La sala de estar es tan blanca y libre de muebles superfluos como todas las que solemos ver, pero la riqueza de texturas y el tratamiento del color la hacen muy cálida.

La bombilla con el portalámparas de cobre es muy fotogénica pero me pregunto si no está demasiada baja.

Las tres mesitas de café son de Hay y podéis encontrarlas en la tienda on-line de AIXO: la Tray, la Bella y la Slit.

Abierta a la sala de estar tenemos la cocina. Otro ejemplo de que menos es más: es una cocina modesta pero la combinación blanco y negro siempre es una apuesta ganadora. Un estilismo adecuado también hace mucho, claro.

Mi espacio favorito en esta vivienda: el dormitorio. De nuevo se hace un muy buen uso de los textiles, con esos cojines tan bonitos y la lámpara de plumas que es un amor, pero indiscutiblemente aquí el protagonista es el papel que reviste la pared del cabecero de la cama. Es como si hubieran pintado una acuarela en la pared, me parece precioso y delicado, muy diferente de los típicos papeles de pared estampados.

Lo que menos me gusta es el falso techo, por práctico que sea tenerlo así, prefiero mil veces que sea liso.

Por último el típico baño modesto, en blanco y negro con la ducha integrada en el pavimento.