Un piso sueco clásico

Me he dado cuenta de que hay gente de que tiene un concepto erróneo del término “clásico”, lo consideran un adjetivo negativo. Esto es porque  a veces confundimos clásico con anticuado y nada más lejos de la realidad.

En esta vivienda sueca tenemos el ejemplo. La vivienda misma es de corte clásico, se construyó en 1905, (no hay más que ver el grosor de las paredes que se aprecia en los huecos de las ventanas) y conserva los suelos de madera originales, las puertas de espejo, las molduras o la estufa de azulejos de cerámica. Uno de esos lienzos privilegiados a la hora de decorar.

Y la decoración mezcla elementos más tradicionales con muebles contemporáneos sin pudor y el resultado me parece fantástico.

También hacen un mayor uso del color del que solemos ver en los interiores nórdicos más modernos, pero es una gama de colores muy neutra.

Empezamos por el principio, la entrada, desde la que se accede a todas las habitaciones de la casa. Los primeros pasos se dan en un suelo de hormigón que se entrega perfectamente con el fantástico suelo de madera original del resto de la vivienda.

Todo el perímetro por encima de las puertas se aprovecha como almacenaje. Además, un armario de buen tamaño completa este espacio.

La sala de estar es amplia y bañada de luz gracias a sus dos grandes ventanales. La protagonista indiscutible es la chimenea, me encanta. Y en cuanto al mobiliario, mezcla muebles clásicos con piezas de diseño escandinavo contemporáneo como la mesita Tray de Hay.

La pared gris y las obras de arte crean un ambiente cálido y acogedor, completado por la manta y los cojines, así como por el uso de plantas. Sobre la mesita, un arreglo floral en una antigua botella de leche.

Entre sala de estar y cocina hay una amplia abertura que permite mezclar actividades sin mayor problema pero sin que la cocina entre en la zona de descanso.

Los muebles  pintados de verde claro y la encimera de granito negro con el fregadero empotrado crean una bonita combinación. En lugar de muebles altos, estanterías, que otorgan mayor ligereza visual al espacio y ayudan a conseguir cierto aspecto tradicional, ayudados por elementos como la lámpara de techo y los pomos de las puertas. En la pared, un bonito papel  estampado.

El dormitorio es amplio, con las paredes pintadas de un gris claro azulado. Como cabecero de cama, unos cuadros sobre una estantería fina pintada del mismo color que el gran armario.

En el dormitorio infantil, pintado de rosa, se aprovecha el hueco bajo la ventana para hacer una cama a medida, dejando libre el resto del espacio. Aquí también es visible la mezcla de estilos y épocas.

Y el baño, muy blanco. Con la ducha separada por bloques de vidrio.

En mi opinión, 71 m2 muy bien distribuidos y muy funcionales, además de muy acogedores.

Os gusta este estilo o preferís un estilo nórdico más moderno?

Vía: Stadshem