De tienda de yogures a acogedor apartamento
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Era una tienda de productos lácteos en Suecia, ahora es un pequeño pero muy luminoso apartamento de dos alturas y de techos altos, muy altos.
Forma parte de una edificación de bloques que disfrutan de una bonita zona comunitaria. Mide 42 m2, su construcción es la clásica de los años 20 ya que data del año 1924.
La entrada se aprovecha para ubicar la zona trabajo. El suelo, como el de buena parte de la casa, es de parquet laminado. En parte de las paredes se ha dejado el ladrillo visto, lo cual, junto con las tuberías también vistas, le confiere un ligero aspecto industrial.
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El salón comedor está en un nivel más bajo. Fantásticamente iluminado por varias ventanas entre las cuales destaca sin discusión la que tiene forma de media luna.
Muy claro, las paredes están pintadas de blanco con un fondo gris. Y blanco es también el suelo de madera recién lijada y pintada. Está amueblado casi mayoritariamente con muebles recuperados y vintage, lo cual le da un ligero aire bohemio.
El techo es de tableros pintados asimismo de gris claro.
La diferencia de altura en el suelo respecto al resto de la casa se aprovecha para crear cajones que ayudan en el almacenaje que, en estas casas pequeñas, siempre es un problema.
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Medio muro y una cortina separan la sala de estar del dormitorio, pequeño pero con luz natural y con suficiente espacio para una cama y para la ropa, además de un armario empotrado. Atención a lo copiable que es ese perchero hecho con tubos.
Las paredes son blancas y los tablones del techo están pintados de gris oscuro.
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La cocina es más pequeña de lo que acostumbramos a ver en estas viviendas escandinavas. No tiene mesa para comer, sólo una pequeña mesita abatible para la cafetera y desayunos rápidos.
Los muebles son oscuros, negros los bajos y grises los altos, con tiradores de latón y la encimera de roble macizo. La parte de la pared que no está alicatada con azulejos blancos está pintada de verde brillante. El suelo es también parquet laminado.
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El baño tampoco es muy grande. La ducha está colocada en esquina y las paredes que no están recubiertas de azulejos blancos, están pintadas en dos tonos de gris. El suelo es gris oscuro.
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Y esto forma parte de la zona comunitaria, un bonito patio adoquinado, con comedor para uso y disfrute de todos los vecinos.
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La casa me gusta pero no me gusta tanto que sea un bajo con ventanas a la calle. Además, se intuye un poco frío.
Qué os parece a vosotros?
Vía Stadshem
