Dormir en el salón
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Hoy vamos a ver un pequeño apartamento sueco, de 43,5 m2.
Con una distribución mejorable, desde mi punto de vista, pero igualmente con encanto. Está dividido en dos ambientes: salón-dormitorio y cocina-comedor.
Una cosa que suele gustarme de estas viviendas nórdicas es que, aunque el apartamento sea pequeño, la cocina siempre tiene un tamaño decente que permite tener más de dos platos y una cacerola. Pero, en este caso, concreto, creo que no hubiera estado mal sacrificar un poco de cocina para intentar crear un espacio independiente para el dormitorio, por pequeño que fuera. El tipo de planta, cuadrada, lo permite perfectamente.
Sin embargo, se ha optado por esta disposición, es evidente que no todos llevamos el mismo estilo de vida y para una persona que vive sola está más que bien, ya me hubiera gustado a mí en su momento.
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El salón es grande, luminoso y bonito. La cama va puesta en una esquina, sin más. Yo seguramente hubiera colocado al menos un biombo o una estantería para separar un poco los distintos usos del espacio, aunque sólo fuera para no verla desde la mesa de trabajo, que eso me desconcentra mucho.
El resultado resulta correcto porque la decoración está muy cuidada, con ese bonito suelo de madera en espiga e ilustraciones y textiles en blanco y negro.
El mobiliario es de diseño escandinavo actual. Podéis ver cómo de bien combinan la mesita Bella y la DLM, las dos de HAY.
Tampoco falta espacio de almacenamiento, en el salón hay un armario empotrado y otro en la entrada.
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En otro rincón, una pequeña zona de trabajo resuelta con mesa y silla metálicas, visualmente muy ligeras. La silla es la Hee de HAY, hay varios colores y es apta para exterior.
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Como ya he mencionado, la cocina es grande, amueblada y revestida de color blanco. Tiene mucho espacio de almacenaje, con los muebles que llegan hasta el techo, aprovechando la altura de techos.
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Y la zona de comedor se ubica aquí, con una mesa en la que pueden comer comodamente 6 personas.
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El baño no podemos decir que sea “de revista”. Completamente blanco y con los elementos esenciales.
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La entrada, sin embargo, es bastante grande, pasa como con la cocina, yo creo que podrían haberse ganado unos centímetros para el baño. La zona se resuelve con un colgador y un taburete para dejar las cosas al volver a casa.
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Y una pequeña terraza con muebles de IKEA y plantas, suficiente para desconectar tomándose un café al fresquito.
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Qué opináis, os veis viviendo aquí?
Vía: Stadshem
